Cantar bajo la lluvia

Tan solo abrí los ojos y ya tenía un cuarto, una casa, una familia, amigos, alguien a quien querer y un ipod con 70 gb de música ocupados. Yo respondía a un nombre que en este momento no recuerdo, y por algún motivo yo sabía el de ellos, y ellos respondían a los nombres que les daba, bueno, con excepción del Ipod el cual respondía a mi tacto, bueno la persona a quien querer respondía parecido al Ipod también, solo que al llamarla por su nombre también daba una respuesta, no dudo que en un futuro cercano el ipod tenga esta misma cualidad.

No sabía cuál era mi función con estos seres, en este lugar. Parecía que solo querían llamar mi atención, o que yo les diera mi atención a ellos. Mi familia buscaba como que una realización, me decían que estuviera al tanto de las cosas, que encontrara la forma de brillar en el mundo y cumplir mis sueños, lo extraño es que yo no tenía sueños, y pregunte ¿Qué se supone que debo soñar? A lo que me contestaron, Debes tener preparación, para después tener dinero, para después cuando tú y tu pareja decidan casarse y tener hijos, puedan ofrecerles algo mejor del que tu ya obtuviste. Mis amigos exigían comprensión y actos de reciprocidad… algo así como: Mira como te diviertes conmigo, ¿soy muy divertido no? Y yo por algún impulso respondía igual y se formaba un: Somos muy divertidos, por eso somos amigos. El alguien a quien querer era como un hibrido entre los primeros y los segundos, y yo era como un espejo a quien le preguntaba cada que se sentía insegura ¿Estoy bien verdad?, y yo me sentía muy contento al responder que si, y añadía aunque fuera al aire, Estamos bien. El más complejo era el ipod el cual cada 7 u 8 horas de vida me exigía que lo cargara a través de un “USB” (o ese era el termino que le daba), a diferencia de la casa que solo exigía un poco de mantenimiento y el mas callado era mi cuarto.

Los problemas reales empezaron cuando yo no realice los actos a los que estaban acostumbrados como debía… primero deje al ipod sin pila y se fundieron dos focos en la casa, así que no pude hacer mi tarea por falta de luz, y me dio flojera ir a la escuela, y más sin música, me acostumbre a esto y se crearon muchos problemas con la familia, me empece a juntar todos los días con los amigos en donde se estaba formando un circulo de no hacer nada y ya no había ni siquiera historias nuevas que contarse, ya no había diversión, así que estábamos ahí ya no porque: Somos muy divertidos, por eso somos amigos; sino mas bien por un: No nos queremos sentir solos y no tenemos nada que hacer. Entonces yo no era la persona más contenta y feliz del mundo, lo cual hacia que me viera amargado y feo. La persona a quien querer le llego una inseguridad y le pregunto a su espejo favorito (yo) ¿Me veo bien? Obviamente en el estado que estaba la respuesta fue negativa, estas amargada y fea, por eso dudas de ti… ¡amargada!… y de lo demás ya no vale la pena hablar, todo estaba saliendo mal.

Todo porque no me dieron ganas de cargar el ipod, y claro, me sentí culpable de todo, la realización familiar, lo divertido de los amigos, la pila del ipod, el mejor espejo de la persona a quien querer… y diría que todo lo hice porque me creí alguien libre, pero mientras la culpa existe, también existe la cruz, y tuve que cargarla un buen tiempo hasta que termine aventándola y esta cayó de cabeza arrinconada enfrente de un coche Volkswagen con placas HELL-666 con pinturas laterales de la compañía luz y fuerza. Viví Dos o Tres horas fuera de lo que llamaba hogar para reivindicarme y que me sintiera libre y agosto de nuevo. Ser el espejo más millonario y divertido con puerto “USB” del mundo, y en lo que trazaba mis planes apareció un extraño hombre llamado Natalio Ruiz, era chaparro y tenia sombrerito gris, y me escribió en una libreta que saco de su portafolio:

Yo se que tú no eres culpable, yo se que eres inbancable, yo se que los hiciste reír, yo se que eres insoportable… pero alguien en el mundo piensa en ti.

Regrese a mi casa al instante, ¡Que miedo vivir allá afuera, donde hombrecitos con sombreros grises llegan y te escriben cosas cursis tratando de cambiarte tu panorama de vida! Total conecte mi ipod y todo se mantuvo en orden. Excepto que no sé porque abrí los ojos, y ya tenía un cuarto, una casa, una familia, amigos, alguien a quien querer y un ipod con 70 gb de música ocupados. Pero no me importa de donde salieron. Un mes con tres años y cuatro minutos después de esto, Salí a dar un paseo… y me encontré a Natalio, le sonreí y saque una servilleta, les pedí su pluma mímicamente y le escribí lo siguiente (tangiblemente ya).

Cuando el mundo tire para abajo yo no quiero estar atado a nada.

Ese día el cielo estaba nublado y comenzó a chispear, Natalio saco de su portafolio un paraguas morado, lo abrió y me lo hizo sostener con mi mano derecha. Se despidió con la mano de mí y se fue de mi vista. Comenzó a llover a cantaros y tenía que recargar la pila del ipod. Qué bueno que estaba atado a un paraguas que me protegía de la lluvia, pero del cual me iba a desatar una vez que llegar a casa para dejarlo secándose, y que me pudiera servir de nuevo cuando lo volviera a necesitar.

Nunca nadie cambio los dos focos fundidos y dos cuartos vivieron en oscuridad por siempre. La cruz al revés y el auto de Luz y Fuerza explotaron misteriosamente y sin sentido esparciendo el mal por el mundo, bueno mas del que ya había. Fin